El Kinze de Cuchilleros: la barbería más antigua de Madrid
Pocas calles en Madrid condensan tanta historia en tan pocos metros como la de Cuchilleros. Con apenas 108 metros de largo, guarda en su número 15 un tesoro vivo: la barbería más antigua en activo de la ciudad, un establecimiento que acumula 175 años de historia ininterrumpida.
Los primeros rastros documentados aparecen en la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional, que ya en 1848 cita barberos con tienda abierta en la calle de Cuchilleros. Aquella barbería no podía ser otra que la que todavía hoy sigue levantando su persiana en el mismo lugar.
En 1867, un joven burgalés, Eladio Gurumeta, llegó a Madrid con sus tijeras y su oficio. Tras pasar por la calle Gómez de Mora y por una vivienda de la Plaza Mayor, el 2 de enero de 1900 se hizo cargo del local del número 15, dando continuidad a una tradición que ya se remontaba décadas atrás. Allí colgó un cartel de madera de cinco metros que proclamaba en letras grandes: PELUQUERÍA Y BARBERÍA.
Desde entonces, la barbería ha permanecido abierta de manera ininterrumpida: resistió guerras, crisis y hasta la pandemia de 2020, cuando, tras los 50 días de cierre obligatorio decretados por el Gobierno, fue el primer establecimiento en reabrir en Madrid, como recogió la prensa nacional. Esa continuidad sin interrupciones convierte al Kinze en la barbería que más tiempo lleva abierta de forma continua en la ciudad.
Años después, en 1907, la prensa recogía cómo Genuino Oliver, encargado de la barbería, compartía un décimo de lotería con los clientes. Era una prueba temprana de lo que siempre fue este lugar: un espacio de barrio, de confianza, de tertulia.
Tras la muerte de Gurumeta, la barbería pasó a manos de la familia Coello. Con Guillermo Coello, en 1958, la fachada cambió: desapareció el viejo cartel de madera y nació el rótulo moderno con un apellido en mayúsculas: COELLO, acompañado de las franjas rojas, azules y blancas que recuerdan al clásico poste de barbero. Tanto impacto tuvo que aún hoy, en la memoria de los mayores, sigue resonando aquello de “la barbería Coello”.
La barbería no era solo un lugar de cortes de pelo, sino también de confidencias. Por allí pasaban toreros como Joselito y Juan Belmonte, escritores como Valle-Inclán o Baroja, y hasta Camilo José Cela, que solía bromear: «El barbero es medio médico y medio confesor; y este, además, es castizo.»
En 1963 se incorporó la familia Sanchidrián, originaria de Zamora. Fue entonces cuando Alfonso Sanchidrián padre entró a trabajar en la barbería Coello. Desde entonces, tres generaciones han continuado la tradición: Alfonso padre, Alfonso hijo y hoy Guillermo Sanchidrián, nieto del primero. Entre los tres suman más de 90 años de dedicación familiar, y más de 60 años de presencia ininterrumpida en la barbería.
En los años 90, el local adoptó el nombre que ya usaban los vecinos: “la del 15 de Cuchilleros”. Con un giro castizo en la grafía, nació la marca actual: El Kinze de Cuchilleros.
Hoy, el Kinze no solo conserva el encanto de sus espejos antiguos y suelos hidráulicos. También mantiene su lugar en la vida cultural de Madrid. Sus sillones han visto pasar a Arturo Pérez-Reverte y a su amigo Juan Eslava Galán, vecino del barrio; a actores como Pepón Nieto o Fernando Tejero; a músicos como Dani Martín (El Canto del Loco) o los icónicos Locomía, que en los 90 salían de aquí con cortes modernos y atrevidos listos para los escenarios; y a deportistas como Rubén Baraja, Ruud van Nistelrooy o Sergio Llull.
El Kinze de Cuchilleros es, en definitiva, un lugar donde se entrecruzan tradición y modernidad, memoria y vida cotidiana. Una barbería que ha resistido 175 años de cambios porque nunca dejó de hacer lo esencial: escuchar al cliente, darle confianza y reflejar en sus espejos tanto el rostro como la historia del Madrid más castizo.










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